Mensajes principales de las Guías Mundiales de Actividad Física y comportamiento sedentario de la OMS


Las Directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre actividad física y comportamiento sedentario proporcionan recomendaciones de salud pública basadas en la evidencia para niños, adolescentes, adultos y adultos mayores sobre la cantidad de actividad física (frecuencia, intensidad y duración) necesaria para ofrecer beneficios importantes para la salud y mitigar los riesgos para la salud. Por primera vez, se brindan recomendaciones sobre las asociaciones entre el comportamiento sedentario y los resultados de salud, así como para las subpoblaciones, como las mujeres embarazadas y en posparto, y las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad.

Las guías proporcionan el proceso emprendido para desarrollar las recomendaciones para cada grupo de población y los pasos necesarios para adoptar e implementar las directrices.

Mensajes principales, de acuerdo con la actualización de las directrices de la OMS sobre actividad física y hábitos sedentarios:

1. La actividad física es buena para el corazón, el cuerpo y la mente.

  • Realizar una actividad física con regularidad puede prevenir y ayudar a gestionar las cardiopatías, la diabetes de tipo 2 y el cáncer, que causan casi tres cuartas partes de las muertes de todo el mundo. Además, la actividad física puede reducir los síntomas de depresión y ansiedad, y mejorar la concentración, el aprendizaje y el bienestar en general.

2. Cualquier cantidad de actividad física es mejor que ninguna, y cuanta más, mejor.

  • Para mejorar la salud y el bienestar, la OMS recomienda al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana (o el equivalente en actividad vigorosa) para todos los adultos, y una media de 60 minutos de actividad física aeróbica moderada al día para los niños y los adolescentes.

3. Toda actividad física cuenta.

  • La actividad física puede integrarse en el trabajo, las actividades deportivas y recreativas o los desplazamientos (a pie, en bicicleta o en algún otro medio rodado), así como en las tareas cotidianas y domésticas.

4. El fortalecimiento muscular beneficia a todas las personas.

  • Las personas mayores (a partir de 65 años) deberían incorporar actividades físicas que den prioridad al equilibrio y la coordinación, así como al fortalecimiento muscular, para ayudar a evitar caídas y mejorar la salud.

5. Demasiado sedentarismo puede ser malsano.

  • Puede incrementar el riesgo de cardiopatías, cáncer y diabetes de tipo 2.
  • Limitar el tiempo sedentario y mantenerse físicamente activo es bueno para la salud.

6. Todas las personas pueden beneficiarse de incrementar la actividad física y reducir los hábitos sedentarios, en particular las mujeres embarazadas y en puerperio y las personas con afecciones crónicas o discapacidad.

Se deben promover los beneficios de la actividad física:

La actividad física tiene un gran poder salutogénico para ayudar a aliviar las consecuencias de la pandemia de coronavirus (tenga en cuenta las medidas de bioseguridad y distanciamiento al realizar actividad física al aire libre).

Las personas que realizan actividad física durante al menos 150 minutos semanales tienen menos riesgo de padecer enfermedades.

La actividad física contribuye junto a la alimentación saludable a reforzar sistema inmunológico y mejorar los procesos de aprendizaje.

La actividad física de intensidad moderada o vigorosa ayuda a reducir entre 20 y 30% las enfermedades crónicas no transmisibles como sobrepeso, hipertensión, diabetes, cáncer y EPOC.

Las personas que realizan actividad física disminuyen el estrés, la ansiedad, depresión e insomnio.

La actividad física puede ser beneficiosa para la salud de los adultos y las personas mayores con las siguientes afecciones crónicas:

  • En los supervivientes de cáncer, la actividad física mejora la mortalidad por todas las causas, la mortalidad por cáncer y el riesgo de recidiva o segundos tumores primarios;
  • En las personas con hipertensión, la actividad física mejora la mortalidad cardiovascular, la progresión de la enfermedad, la función física y la calidad de vida relacionada con la salud;
  • En las personas con diabetes de tipo 2, la actividad física reduce las tasas de mortalidad por causa cardiovascular y los indicadores de progresión de la enfermedad, la actividad física puede mejorar la forma física y la salud mental (menor presencia de síntomas de ansiedad y depresión).

La OMS convoca a todos los países a que adopten estas directrices mundiales, elaborar políticas sanitarias nacionales en apoyo del Plan de Acción Mundial de la OMS sobre Actividad Física 2018-2030 y priorizar la promoción de la actividad física en todos los niveles y sectores. El plan fue acordado por los líderes mundiales de la salud en la 71ª Asamblea Mundial de la Salud en 2018 para reducir la inactividad física en un 15% para 2030.

Descargar las Directrices de la OMS

Fuente: Organización Mundial de la Salud

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